Coníferas

Comprenden árboles y con hojas aciculares o arbustos de tronco recto, escamosas, que permanecen ramas, salvo las de los alerces, que son caducas. Los estróbilos son más o varios años sobre las menos alargados y se conocen vulgarmente como piñas. Los masculinos son más simples y menos duraderos que los femeninos, que a menudo se vuelven leñosos y permanecen mucho tiempo sobre el árbol. La polinización y la diseminación de las semillas se hacen con ayuda del viento.

Aparecieron en el carbonífero y hoy se encuentran distribuidas principalmente por las regiones templadas y frías del hemisferio norte, o en las montañas de las áreas más cálidas. Hay también algunos representantes en el hemisferio austral. Veremos brevemente las principales familias.

Araucariáceas

Esta familia comprende árboles, muchas veces de gran porte, con hojas aciculares o aplanadas. Los conos son erguidos, con las escamas leñosas. Es un grupo exclusivo del hemisferio austral, representado en la actualidad por dos géneros: Araucaray Agathis. Los Agathis crecen en la región australiana y en el sur de Asia oriental. Las hojas son aplanadas. Las araucarias crecen en Australia y Sudamérica, tienen hojas aciculares y las ramas se disponen abiertas. Muchas especies se cultivan como plantas ornamentales. Las especies americanas producen piñones comestibles y forman grandes bosques, sobre todo en las regiones montañosas.

Cupresáceas

Son árboles o arbustos, con conductos resiníferos y hojas opuestas o verticiladas. Los conos masculinos, cuando fructifican, pueden ser leñosos o carnosos, en cuyo caso se llaman gálbulos. Están ampliamente distribuidas por los dos hemisferios.

El género Cupressus comprende una docena de especies. Son árboles de hojas escamosas. La especie más cultivada es el ciprés (C. sempervirens), abundante en la región mediterránea, conocido desde la antigüedad es un árbol muy longevo pues puede vivir hasta dos mil años y aun más. Produce una madera excelente. Los Chamaecyparis son afines a los Cupressus, se adaptan a toda clase de terrenos y son muy poco exigentes, por lo que a menudo se cultivan como plantas ornamentales. Los enebros y las sabinas, que corresponden al género juniperus, producen unas estructuras de consistencia carnosa y color variado, con forma de baya, que se utilızan como aromatizantes (por ejemplo para la ginebra). Son arbustos o árboles de aspecto compacto. Se conocen unas treinta especies propias del hemisferio boreal.

Pináceas

Comprenden árboles y a veces arbustos, con dos tipos de brotes, unos largos (macroblastos) y otros cortos (braquiblastos). Tienen siempre conductos resiníferos. Los estróbilos llevan escamas dispuestas en espiral y los femeninos adquieren consistencia leñosa. Están distribuidas principalmente por el hemisferio septentrional. Veremos a continuación algunos de los principales géneros.

El género Abies comprende los abetos. Las piñas son erguidas. Existen 30 especies difundidas por Eurasia y América del Norte. El abeto blanco (A. alba) forma extensos bosques en Europa central, produce madera utilizada para fabricar papel y se cultiva como planta ornamental. El pinsapo (A. pinsapo) es una especie propia del sur de la península Ibérica y de las montañas del norte de Africa. El género Picea es parecido al anterior, pero las piñas son colgantes. La especie más conocida es el abeto rojo (P. abies), de gran talla, que forma grandes masas forestales en las montañas centroeuroecas y se extiende por la mayor parte de Europa, desde Noruega a los montes Urales.

Él género Larix comprende los alerces, de hojas caducas. El alerce común (L. decidua) es un árbol de gran talla y copa piramidal, que produce una madera de muy buena calidad. Los cedros, del género Cedrus, se parecen a los alerces por la forma y disposición de las hojas, aunque son persistentes.

Los pinos (Pinus), con unas ochenta especies, forman el género más importante de esta familia. Las hojas aciculares sólo crecen en los braquiblastos y se agrupan formando hacecillos. Son por lo general árboles, algunos de gran talla, y ricos en resina. Forman bosques en las zonas templadas y frías del hemisferio boreal. Entre las especies europeas están los siguientes: el pino carrasco o pino blanquillo (P. halepensis), es típico del Mediterráneo y crece desde el nivel del mar hasta los mil metros de altura. El pino piñonero (P. pinea) crece con preferencia en terrenos arenosos. El pino rodeno o pino marítimo (P. pinaster) crece hasta 1.500 m de altitud y se utiliza mucho en repoblaciones. El pino negral o salgareño (P. nigra) crece a partir de los 500 m de altitud en toda la región mediterránea. El pino silvestre o albar (P. sylvestris) tiene un área de dispersión muy amplia, ocupando casi toda Europa. Es de porte esbelto y de tronco rojizo en la madurez.

Parecido a los pinos peninsulares, pero con las acículas agrupadas de tres en tres, es el pino canario
(canariensis). El P. teocote se cría en México y es muy resinoso. P. cubensis crece en Cuba. P moctezumae, es propio de las montañas de México. P strobus crece en las tierras bajas de Norteamérica y suele cultivarse en Europa como planta ornamental.

Las taxodiáceas

Son árboles, a veces de gran talla, con canales resiníferos sólo en la corteza. Algunas especies son de hoja caduca. Comprenden, principalmente, las sequoias, que son plantas muy antiguas. La primera de ellas
se descubrió en 1833 en las gargantas de Sierra Nevada, a más de 1.200 metros de altura. Algunos ejemplares superan los 100 metros de altura y cerca de treinta de circunferencia. S. sempervirens crece en las montañas costeras, zonas de intensas nieblas. Las sequoias se cultivan en parques y jardines botánicos con facilidad.

El sabino (taxodium mexicanum) forma bosques en las altiplanicies de México, entre los 1.600 y los 2.300 metros de altitud. Alcanza también una talla considerable (más de 70 metros de alto).

Las Taxáceas

Comprenden arbustos o árboles, sin conductos resiníferos y con hojas aciculares dispuestas en espiral. La
corteza Suele ser delgada y se desprende con facilidad. Cuentan en la actualidad con cinco géneros, distribuidos principalmente por el hemisferio septentrional.

El tejo (Tasus baccata) crece en Europa, Asia, Norte de Africa e islas Azores. Vive aislado, sin formar nunca bosques, o con otros árboles, con preferencia en lugares sombríos o en las faldas de las montañas expuestas al norte. Todas las partes de la planta son venenosas, excepto la parte carnosa roja (arilo) del fruto.

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