El Fruto

Después de la fecundación, la flor experimenta una serie de transformaciones que dan lugar a lo que se denomina fruto. El fruto consiste en la semilla más un envoltorio protector, de grosor y anatomía variables.

El fruto es un elemento auxiliar importante para la reproducción de las plantas, pues con su ayuda es posible la dispersión de las semillas. Algunos flotan en el agua y de este modo llegan a lugares lejanos. Otros poseen una parte comestible que atrae a numerosos animales. Las semillas del interior son resistentes y tras pasar por el tubo digestivo salen al exterior con las heces y de este modo el animal contribuye a su dispersión.

Estructura

La cubierta que envuelve las semillas procede de la pared del ovario y recibe el nombre de pericarpio. En ella pueden distinguirse tres capas distintas:

  • El epicarpio, que suele corresponder a la epidermis de la hoja carpelar y que casi siempre se mantiene como una lámina delgada.
  • El mesocarpio, que es un tejido intermedio que muchas veces adquiere un gran desarrollo y se transforma en pulpa.
  • El endocarpio, que es la capa más interna, procede de la epidermis interna del carpelo y se convierte en una cubierta dura y lignificada, que protege a las semillas en su interior.

Clasificación

Para clasificar los frutos se siguen diversos criterios, pero los principales son el modo de dispersar las semillas (la función principal) y su estructura. De este modo podemos diferenciar entre dehiscentes, que se abren por sí solos para soltar las semillas, e indehiscentes, cuando sucede lo contrario. Estos últimos, a su vez, pueden ser secos y carnosos, aunque algunos dehiscentes en raras ocasiones pueden ser carnosos.

Por último, en la formación de un fruto participan a veces otros elementos de la flor, además del ovario, dando entonces lugar a lo que se denomina falso fruto. Por otro lado, recibe el nombre de infrutescencia el conjunto de frutos resultantes de las flores agrupadas en una inflorescencia.

Frutos Dehiscentes

  • La cápsula o caja se forma debido al desarrollo de un ovario dotado de numerosos carpelos. Surge así una estructura cerrada, que cuando alcanza la madurez se abre para soltar las semillas. Hay varias modalidades de apertura. En unos casos lo hace mediante poros (cápsula poricida), como por ejemplo la amapola. En otros, por medio de hendiduras longitudinales de la pared carpelar (cápsula loculicida), por ejemplo la violeta, o mediante la zona de unión de los carpelos (cápsula septicida), como sucede con la peonía.
  • El pixidio es un caso especial de cápsula, que está rematada por una especie de tapa (opérculo), que al alcanzar la madurez se desprende, como sucede con e amaranto.
  • El folículo se forma a partir de un único carpelo y se abre a través de la sutura. Por ejemplo el acónito.
  • La legumbre o vaina consta de un único carpelo, pero se abre por dos líneas: la de sutura y la correspondiente a la línea media del carpelo, aunque a veces esta segunda no llega a abrirse. Suele ser muy larga. Este es el caso del guisante.
  • La silicua se origina a partir de dos carpelos, que se unen por su borde y quedan separados por una delgada lámina (tabique o septo) donde se fijan las semillas. Para abrirse, se separan las dos valvas desde la base. Por ejemplo el mastuerzo.
  • La silícula es una silicua pero mucho más corta, como máximo cuatro veces más larga que ancha ya menudo casi esférica, como la del zurrón de pastor.

Frutos Indehiscentes

Entre los principales frutos secos de tipo indehiscente, se pueden citar los siguientes:

  • El aquenio está formado por un único carpelo y el pericarpo, que a veces es leñoso o coriáceo, no se adhiere a la semilla. Los aquenios pueden aparecer solos o bien agrupados por parejas (diaquenios), en número de cuatro (tetraquenios) o en mayor cantidad (poliaquenios). La bellota es un aquenio.
  • El cariópside o cariopsis, es similar al aquenio pero el pericarpo es delgado y está unido al tegumento de las semillas. Es el fruto característico de las gramíneas.
  • La nuez o núcula, que no debe confundirse con el fruto del nogal del mismo nombre y que es una drupa, procede de un ovario de varios carpelos pero que por aborto de la mayoría da únicamente una semilla. Por ejemplo la avellana.
  • La sámara suele constar de dos carpelos y tiene una o dos semillas, con el pericarpo provisto de una facilitando así su dispersión con ayuda del viento. El fruto del olmo es una sámara.

Entre los frutos carnosos indehiscentes podemos citar los siguientes:

  • La drupa, que tiene el epicarpo muy delgado y pigmentado (piel), el mesocarpo convertido en una gruesa pulpa (carne) y el endocarpo lignificado, por adquiriendo así una gran resistencia (hueso). Por ejemplo la ciruelay el melocotón.
  • La baya tiene el epicarpo delgado y el mesocarpo endocarpo carnosos, procede de un único carpelo o de un ovario sincárpico (con todos los carpelos soldados) y contiene una o más semillas, a veces muy numerosas. Por ejemplo la uva. En sentido amplio se llama también baya a un fruto de las mismas características pero procedente de dos o más carpelos, lo que se manifiesta en la pulpa carnosa, que presenta tabiques tenues de separación. Es el caso de la grosella.
  • El hesperidio es similar a la baya, pero procede de un gran número de carpelos, tiene el epicarpo más grueso y con numerosas glándulas aromáticas, el mesocarpo delgado y de color blanco y el endocarpo jugoso y dividido en porciones (gajos) separados por tabiques membranosos, como la naranja.
  • La pepónida es un tipo de baya de gran tamaño, procedente de un ovario de varios carpelos pero reducidos después a uno solo, con el epicarpo y el mesocarpo fusionados formando una corteza resistente y el endocarpo carnoso y muy jugoso que forma una cavidad central. Suele tener numerosas semillas inmersas en la pulpa, por ejemplo la sandía.

Falsos Frutos e Infrutescencias

  • La sorosis es una infrutescencia formada por los cálices carnosos de las flores que persisten. Cada uno de los pequeños frutos contiene en su interior una semilla, como la mora de moral.
  • La mora de zarza es una infrutescencia compuesta por un gran número de drupas, reunidas formando una masa estérica.
  • El cinorrodón es un falso fruto donde el tálamo se vuelve carnoso y engloba en su interior a numerosas pequeñas nueces. Por ejemplo la rosa.
  • La fresa es un falso fruto producido por el gran desarrollo carnoso del receptáculo, que lleva en su superficie los frutos, que son pequeños aquenios.
  • El pomo es un falso fruto, considerado por lo general como una forma intermedia entre la baya y la drupa, con la masa carnosa procedente del tálamo y el fruto coriáceo con las semillas en su interior. La manzana es un pomo.
  • El sicono es un falso fruto con un receptáculo carnoso y cóncavo, recubierto en su interior por numerosos aquenios de tamaño muy pequeño, por ejemplo el higo.

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