El Imperio Medio (Dinastías XI-XII)

El primer período intermedio, con la caída del Imperio menfita, supuso la ruptura del equilibrio anterior trastornado por una época de desigualdades y dificultades. Con el inicio del Imperio Medio se recuperó la unidad nacional, tomando la anterior etapa menfita como modelo ideal.

Las Construcciones Arquitectónicas

En el campo arquitectónico, las sepulturas comenzaron a adquirir dimensiones mas «humanas», En este período el templo funerario comenzó a cobrar mayor importancia, paralelamente a la relevancia que empezó a adquirir la casta sacerdotal.

Se generalizaron los ritos funerarios, pero la escasez de suelo cerca de Tebas provocó la aparición de un nuevo tipo de tumba, el hipogeo, excavado en la roca y formado por un pórtico arquitrabado con columnas, varias cámaras y galerías. Un caso a parte en este período lo constituye el enterramiento del príncipe Mentuhotep II, que mandó edificar a los pies del acantilado de Deir el-Bahari un importante monumento funerario escalonado y unido por rampas. Posteriormente, con el traslado de la capital a la población de Iti-tauy, se levantaron las tumbas-pirámide de Amenenhat y Senusret I, siguiendo el estilo de los complejos piramidales del Imperio Antiguo.

Pero aparte de estas construcciones funerarias, cabe destacar en este período la aparición del templo como tal, es decir, como un edificio religioso totalmente desvinculado de los ritos funerarios. Ejemplo de ello es el pequeño templo dedicado a Amón-Ra por Sesostris I, decorado con magníficos relieves. A partir de la XII dinastía también se dejaron de edificar en las proximidades de las tumbas reales (necrópolis de Deir el- Bersha o la necrópolis cercana a Beni Hasan).

El Auge de las Artes Plásticas

La generalización del hipogeo supuso un aumento del protagonismo de la pintura y el relieve en la decoración funeraria. No obstante, la expresión más elevada del Imperio Medio se halla estatuaria real, que siguió fiel a los modelos monumentales del Imperio antiguo, aunque evidenciando un mayor realismo y un interés creciente por la individualización de los personajes, a los que se otorgó la expresión, la edad y los detalles faciales propios del representado. Magníficas son las estatuas de los faraones en granito rojo y en piedra dura negra, como las de Sesostris I, Ammenehmet II y Ammenehmet III con cuerpo de esfinge.

Característicos del Imperio Medio son los ushepti , pequeñas figurillas realizadas en madera policromada, de factura muy naturalista, que acompañaban al cuerpo del difunto para proporcionar a éste los trabajos domésticos en el más allá.

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