La Civilización Griega

Pese a su diversidad política, los griegos tuvieron conciencia de su pertenencia a un mismo ámbito cultural: la lengua, la religión y las instituciones panhelénicas, como los juegos deportivos, los santuarios y los oráculos, alimentaban ese sentimiento de comunidad. La religión no se traducía en una teocracia, como en Oriente, y no había clero ni casta sacerdotal, por lo que existía un amplio margen para la especulación libre e individual y para la producción artística y literaria encaminada a la creación de belleza y a reflejar inquietudes exclusivamente humanas. La religión tenía una función de cohesión social, y los dioses simbolizaban fuerzas de la naturaleza, aspectos de la vida y la experiencia inmediata o conceptos abstractos (Zeus, Hera, Hermes, Apolo, Poseidón, Ares, afrodita, Pelas Atenea, etc.), a los que además se atribuía el patronazgo de determinadas ciudades. La cultura literaria y científica de Grecia pudo conservarse porque en el período helenístico, y muy particularmente en Alejandría de Egipto, se llevó a cabo una recopilación y sistematización de aquel preciso legado, gracias a la disponibilidad de papiro, que permitió la constitución de nutridas bibliotecas.