La Guerra del Peloponeso

Atenas y Esparta

La unidad política griega era la polis, que comprendía la ciudad y un territorio alrededor. Atenas Esparta, muy distintas por su estructura, social y económica, ejemplifican el gran fraccionamiento del mundo griego y la rivalidad que envenenó su historia. Los intentos unificadores nunca pasaron de la constitución de federaciones ocasionales.

Atenas, en el Ática, estaba poblada por gentes de estirpe jonia, que evolucionaron de una sociedad patriarcal a una monarquía y luego a un régimen aristocrático. a partir del siglo VII a.C., la ciudad comenzó a prosperar gracias a la construcción de una flota mediante la cual se transportaban el aceite y los productos de tierra adentro, y se importaban materias primas y productos manufacturados del mundo egeo y de Asia Menor. Más tarde, a esta actividad se añadió la explotación de canteras de mármol y minas de plata.

La organización política de Atenas se inició con las legislaciones de Dracón (h. 620 a.C.) y Salón (h. 594 a.C.), base del ordanamiento constitucional. Los ciudadanos se clasificaban según sus rentas, y estaban representados en el areópago, encargado de velar por los intereses de la clase dirigente; la boulé o asamblea legislativa, integrada por 400 ciudadanos elegidos anualmente y que fue acaparando funciones del areópago; y la ekklesía, de la que formaban parte todos los ciudadanos y que votaba las leyes propuestas por la boulé, aunque su poder efectivo era escaso.

Si Atenas era una potencia marítima, Esparta, al sur del Peloponeso, lo era terrestre y el sustrato étnico era dorio (y con anterioridad aqueo, lo mismo que Atenas). Estaba organizada según rígidos criterios de encuadramiento militar y la regía una monarquía dual (dos reyes), cuya función controlaban unos poderosos magistrados llamados éfegos. Los ciudadanos se dedicaban al servicio militar de por vida, mientras que las tareas productivas las efectuaban los ilotas, desprovistos de derechos pero con un buen pasar económico.

La Guerra del Peloponeso

La rivalidad con Esparta estalló por la competencia comercial entre Atenas y Corinto, que acabó perjudicando, a causa de un bloqueo, los intereses de Megara, ciudad próxima a corinto. Como Megara pertenecía a la Liga del Peloponeso, capitaneada por Esparta, presionó a ésta para que declarase la guerra a Atenas. Pero la auténtica instigadora del conflicto fue, sin duda, Corinto.

La contienda suscitada a partir de estos incidentes se prolongó de 431 a.C. a 404 a.C., y dado que se enfrentaban una pertenecía marítima y otra terrestre, el resultado de las hostilidades, que tuvieron por escenario diversos lugares del mundo griego, incluida Sicilia, tardó en decidirse, y la suerte de ambos bandos fue alternativa. En 405 a.C., finalmente , Atenas hubo de rendirse. Sus murallas fueron derribadas (Corinto solicitó que la ciudad fuera totalmente arrasada) y tuvo que renunciar a su flota, reservándose una mínima cantidad de naves para continuar con su actividad comercial.

Deja un comentario