Los combustibles gaseosos son muy apreciados, debido a que su combustión se puede regular fácilmente para adaptarla a diversos usos industriales y domésticos. Los dos tipos de gas más utilizados son el gas ciudad y el gas natural.
En un principio el gas ciudad se obtenía de la destilación de la hulla, mediante un proceso que consistía a grandes rasgos en:
- Calentar la hulla hasta que alcanzaba una temperatura de 1.200 °C, desprendiéndose entonces un gas impuro y quedando un residuo, llamado coque.
- El gas desprendido se sometía a un proceso de depuración física.
- Se continuaba con un proceso de depuración química.
Actualmente se obtiene a partir de la nafta contenida en el petróleo, que es más barata. El gas ciudad, que está compuesto de hidrógeno en un 50%, de metano en un 25% y de monóxido de carbono en otro 25%, se almacena en unos grandes depósitos denominados gasómetros y se canaliza a través de tuberías subterráneas hasta los lugares de consumo.
Luz de Gas
La destilación de la hulla comenzó a practicarse en 1.805. El gas ciudad obtenido se utilizó en un principio para el alumbrado público. en 1.816 Londres disponía ya de 42 kilómetros de tuberías subterráneas y pronto otras muchas ciudades hicieron lo mismo,. Sin embargo, el gas ciudad no empezó a emplearse para cocinar hasta 1.870, cuando ya tenía la fuerte competencia de la electricidad.
El Gas Natural
El gas natural recibe este nombre porque se extrae directamente de la naturaleza, bien en yacimientos situados sobre bolsas de petróleo o bien en yacimientos que únicamente contienen gas.
Al no tener que realizar ningún tipo de destilación, su obtención es más sencilla. Ademas tiene mayor poder calórico que el gas ciudad. A pesar de estas ventajas, su uso no se había generalizado hasta hace muy poco tiempo, ya que resultaba muy complicado llevarlo desde los yacimientos hasta los consumidores.
El problema se ha resuelto cuando se ha podido conseguir la licuefacción del gas natural en gran escala, que permite canalizarlo en forma líquida a través de gasoductos.
El gas natural está formado por metano en un 99%. El metano, como todos los hidrocarburos, arde en presencia de oxígeno, dando lugar a dióxido de carbono y vapor de agua, en una reacción en la que se produce una considerable cantidad de energía en forma de calor:
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