La Raíz

Es la parte de la planta que crece bajo tierra y que, además, lo hace en sentido contrario al del tallo, es decir, hundiéndose en el suelo. Además de la función de anclar mecánicamente la planta al sustrato, desempeña el papel esencial de recoger del medio los nutrientes y el agua, necesarios para la síntesis de materia vegetal.

La estructura consta, básicamente, de las siguientes partes: cofia, zona pilífera, zona de ramificación y zona desnuda. El ápice y la zona pilífera los trataremos con mayor extensión en los dos apartados siguientes. Describiremos ahora las otras dos.

La zona de ramificación es casi siempre más gruesa y dura que las otras porciones. En este punto, la raíz primaria, o principal, se ramifica en una serie de raíces secundarias, iguales a ella en cuanto a sus elementos estructurales, aunque de menor diámetro. Las raíces secundarias, por su parte, también se ramifican, dando lugar a las de orden terciario, después cuaternario, etc. El conjunto de todas ellas da lugar a una raíz llamada axonomorfa. En ocasiones, las raíces resultantes de la primera crecen igual que ésta, formando una especie de cabellera, por lo que la raíz se llama fasciculada.

La zona desnuda es, junto con la de ramificación, la que ocupa la mayor parte de la raíz. Es gruesa y resistente, proporcionando de este modo el apoyo mecánico que necesita la planta. En su parte superior, en la superficie del suelo, forma el cuello, que es la transición hacia la parte aérea.

Dando un corte transversal a la raíz, podemos observar lo siguiente: en primer lugar aparece la epidermis, formada por una única capa de células y que en la zona pilífera da lugar a los pelos radicales. En la zona superior, la epidermis ha muerto y ha sido sustituida por la exodermis, impermeable, debajo de la cual se encuentra una corteza parenquimatosa e incolora, formada por varias capas de células. Estas capas constituyen la endodermis, que también es impermeable pero que presenta, a intervalos, una serie de células permeables que actúan como conductos para llevar el agua y las sales minerales hasta los vasos del interior de la raíz. En el interior se agrupan los vasos y los tubos cribosos, alternándose entre ellos capas de parénquima que forman la médula y capas de esclerénquima. El conjunto de todos ellos constituye el cilindro central.

Ápice

La cofia, caliptra o pilorriza, es como un pequeño capuchón que se encuentra en la punta de la raíz y que la protege del rozamiento que sufre cuando ésta se abre camino en el interior del sustrato, facilitando así la
penetración. Otra función importante es la de orientar a la raíz en el sentido de la fuerza de la gravedad.

En contacto inmediato con la cofia, que le sirve de protección, está el ápice, que es el equivalente al ápice vegetativo del tallo y el punto de crecimiento de la raíz. Consta de tres capas. La exterior, llamada dermatógeno, consiste en una única capa de células y da lugar a la epidermis. A continuación viene el periblema, que consta de varios estratos de células y da lugar a la corteza radical. La capa más interna, el pleroma, es el tejido meristemático que dará lugar al cilindro central.

Los Pelos Radicales

La zona pilífera es delgada y posee una gran cantidad de finísimos pelos, denominados pelos absorbentes, que proceden de las células de la epidermis y que, como su nombre indica, son los responsables de la
absorción de los nutrientes. Estructuralmente son evaginaciones de la pared de las células epidérmicas, en forma de tubo, delgadas, de apenas 1 mm de longitud, y que se encuentran recubiertas de una sustancia mucilaginosa. El poder de absorción se debe a la gran superficie que forman en su conjunto.

Lo mismo que la epidermis, carecen de cutícula y también, como ésta, tienen una duración limitada, de apenas unos pocos días. Sin embargo, cuando mueren su función la continúan los nuevos pelos radicales que se van formando en el ápice de la raíz a medida que ésta va creciendo. Globalmente, la zona de absorción es pequeña en proporción al resto de la raíz, pero cuando se ramifica, los ápices de estas divisiones que tienen la misma estructura que la raíz principal, contribuyen a su vez al proceso total de absorción.

Tipos

Las raíces actúan también como elementos de almacenamiento de sustancias de reserva, modificando entonces su estructura. Cuando estas sustancias se acumulan en la raíz principal, ésta se engrosa de manera característica y recibe el nombre de raíz napiforme, como sucede en el caso de la zanahoria o el nabo. Si son las raíces secundarias las que sirven de depósito, tenemos las raíces tuberosas, como son la remolacha y la dalia.

En ocasiones, las raíces refuerzan el tronco. Se trata de raíces adventicias que surgen de las ramas del árbol y se dirigen al suelo donde se anclan, como ocurre, por ejemplo, con el mangle, que vive en las costas de los países cálidos.

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