Abuso Sexual

La sociedad también presenta formas negativas de vivir la sexualidad. La violencia sexual consiste o consiste en imponer gestos, comportamientos y actos sexuales por la fuerza. Las víctimas de estos abusos sexuales son las mujeres, los niños y los jóvenes de ambos sexos. Esta violenta sexual tiene múltiples formas de manifestarse, incluyendo la violación (homosexual o heterosexual) y todo tipo de prácticas sexuales a cambio de dinero, drogas, comida o seguridad, la pornografía, la prostitución y otras.

La actitud deseable después de un abuso sexual contempla dos aspectos: la denuncia a la autoridad y la consulta médica, para evaluar el daño afectivo y psicológico y las lesiones físicas, incluyendo alguna enfermedad de transmisión sexual y en las mujeres, un posible embarazo, que en el caso de producirse justificaría un aborto legal. Si la mujer no toma anovulatorios, puede realizarse la contracepción poscoital.

También se consideran violentos todos aquellos actos definidos como acoso sexual y que tienden a manifestar la superioridad y el poder de un sexo sobre otro (habitualmente del hombre sobre la mujer), provocándole miedo y complejo de inferioridad o intimidándole a mantener relaciones sexuales no deseadas o a soportar humillaciones de tipo sexual.

Combatir la violencia sexual significa hacer que prevalezca el principio de que el acuerdo y el respeto al otro tienen que estar garantizados.

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