El Arte del Período Neolítico

Los cambios climáticos que se produjeron a partir del 10.000 a.C., con la retirada de los hielos y el aumento de las temperaturas, acabaron definitivamente con las condiciones ambientales en que se había desarrollado la vida del hombre del Paleolítico, dando paso hacia el milenio VI, al Neolítico, un auténtico cambio histórico que llevó al sedentarismo, a la adopción de la agricultura y la ganadería, al urbanismo y a una progresiva organización social. El Neolítico supuso además la aparición de la cerámica y de la arquitectura.

La Cerámica Neolítica

La aportación más importante del Neolítico en el campo artístico fue la invención de la cerámica. a pesar de que todavía no se conocía el torno, esta actividad se convirtió en un magnífico medio de expresión plástica, que dio lugar a la creación de multitud de formas, así como también de medios para decorarla; motivos pintados, estampados o incisos, generalmente geométricos y abstractos que se han traducido en una extensa clasificación según la técnica empleada.

Así pues, cabe destacar entre otras: la cerámica de bandas, de origen danubiano, con bandas onduladas grabadas y pintadas sobre de las vasijas; la cerámica cardial y la cerámica de cuerda, que mostraban impresiones hechas con conchas de molusco y cuerdas sobre la arcilla húmeda; y la cerámica campaniforme, típica del sur de España, decorada con incisiones de líneas serpentiformes y bandas horizontales rellenadas con materia blanca.

La Arquitectura Megalítica

Las construcciones megalíticas erigidas con piedras de grandes dimensiones toscamente labradas, características del período Neolítico, a las que la tradición popular atribuye un origen legendario por sus dimensiones y disposición, cumplieron funciones sociales y simbólicas diversas, principalmente de carácter funerario o religiosas.

Construcciones con finalidades de entretenimiento:

• Dolmen. Monumento funerario que tuvo al parecer sus orígenes en Portugal y el oeste de Francia (h. 4500 a.C.). Se trata de una galería utilizada como sepulcro colectivo, cerrada con piedras de menor tamaño y tierra formando en ocasiones verdaderas montañas artificiales.
• Sepulcro de corredor. De la evolución del dolmen surgió este tipo de sepultura, del que existen magníficos ejemplos en la Cueva del Romeral, en Antequera, y en el poblado de Los Millares (Almería). Consta de un corredor de entrada formado por monolitos verticales alineados y cubiertos con losas verticales, y una cámara sepulcral de planta circular cubierta por una falsa cúpula.

Construcciones con finalidades religiosas y de culto:

• Menhir. El elemento básico de los demás tipos; consiste en una gran piedra, de unos 3 a 6 metros de altura, clavada verticalmente en el suelo. Existen las llamadas estatuas-menhir, de las que tenemos un magnífico ejemplo en la de Saint-Sernin, cerca de Tolouse, con un bello trabajo escultórico.
• Alineaciones. Formadas por múltiples hileras de menhires paralelas entre sí, como en Carnac, en Morbihan.
• Cromlechs. Formados por grandes menhires dispuestos en círculo, como en el famoso conjunto de Stonehenge en Inglaterra.

Muestra singular de la arquitectura megalítica es la cultura talayónica, desarrollada a medios del milenio II en la fase final de la Edad del Bronce, en las islas Baleares en España, y que produjo construcciones características de la zona:

• La naveta, de planta rectangular y forma de nave invertida con una cámara sepulcral; cabe destacar la naveta des Tudons en Menorca.
• El talaiot, construcción con funciones defensivas, de planta cuadrada o circular con una especie de torre en el centro.
• La taula, una gran mesa alargada,. formada por una piedra vertical, horizontal y otra inclinada colocada a modo de contrafuerte.