El Estómago

El estómago es un órgano musculoso situado en la cavidad abdominal, por debajo del hígado y del diafragma, y rodeado por el peritoneo. Su forma, si está vacío, es la de un conducto similar al intestino, mientras que, cuando está lleno, adopta el aspecto de una dilatación sacciforme.

Está constituido por una capa muscular triestratificada y potente, con fibras longitudinales, circulares y oblicuas, recubierta por un epitelio secretor de y mucus. El epitelio gástrico está formado por células estrechamente unidas, que no dejan intersticios entre sí e impiden así el paso de los jugos gástricos hacia las capas interiores. El mucus que produce desempeña un papel muy importante, puesto que forma una capa protectora continua que impide que los jugos gástricos puedan digerir la propia pared del estómago.

El epitelio posee también numerosas glándulas en sus paredes, las glándulas gástricas, que secretan entre 400 y 800 ml de jugo gástrico en cada comida. Estas glándulas son de dos tipos: unas producen una solución de ácido clorhídrico que confiere al jugo gástrico un pH comprendido entre 1 y 2; las otras producen pepsinógeno, una sustancia que al entrar en contacto con los ácidos se transforma en pepsina, enzima que degrada las proteínas.

En el estómago se pueden distinguir dos partes principales: una es la porción superior, vertical, llamada fondo o tuberosidad; la otra, la interior, que presenta una amplia curvatura y se denomina cuerpo. La entrada de los alimentos, en la comunicación con el esófago, se realiza a través de una zona estrecha, el cardias, mientras que la salida hacia el intestino se efectúa por el píloro, una abertura dotada de musculatura y que actúa como un esfínter.

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